Tigrilla lanuda reubicada en su hábitat natural

Año nuevo, vida nueva y este dicho popular sí que aplica para la tigrilla lanuda (Leopardus tigrinus) que fue liberada a principios de enero en su hábitat natural, luego de un proceso de siete meses de readaptación. Tras una misión especial en la que participaron Cornare y el Comando Aéreo de Combate No. 5 de la Fuerza Aérea Colombiana FAC, fue posible la liberación.

Tigrilla llega al Hogar de Paso. Foto: Cortesía.

El Páramo de Vida Maitamá en Sonsón es ahora el nuevo refugio de la tigrilla, un área protegida a la que llegó luego de que fuera preparada para este momento en el Hogar de Paso de Cornare, y donde junto con el equipo de Fauna Silvestre de la Corporación que hace parte del convenio con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá se determinó que ya estaba lista para ser liberada.

La tigrilla llegó al Hogar de Paso luego de que una familia en Argelia notificara de su presencia a la Corporación que procedió a rescatarla, pues se encontraba sin su madre y en condiciones de vulnerabilidad.

Tras constatar su estado de salud, se puso en marcha un plan de readaptación supervisado por zootecnistas y biólogos para que la trigilla desarrollara habilidades como la caza y otras destrezas propias de los felinos, a fin de que pudiera retornar a su hábitat natural.

“La tigrilla tuvo una respuesta muy positiva al proceso de rehabilitación, aprendió a conseguir su alimento por sí sola, siempre encontraba refugio, era agresiva y asustadiza y nunca buscó cariño ni atención de parte del grupo, lo que favoreció su pronta recuperación”, explicó Camilo Muñoz, Médico Veterinario del Equipo de Fauna Silvestre de Cornare.

Tras evidenciar que ya estaba lista para su liberación, se coordinó con la Fuerza Área Colombiana FAC un operativo para llevarla hasta el Páramo, pues a esta zona es posible acceder solo mediante helicóptero.

“Antes de ello, fue necesario identificar en la cartografía el hábitat más apropiado para la liberación y se determinó que esta zona del Páramo tenía un bosque más continuo, estaba alejado de centros poblados o viviendas rurales, entre otras condiciones favorables”, manifestó David Echeverri López, Coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare.

Sin duda fue más que gratificante cuando la tigrilla salió del guacal, y con máxima destreza y velocidad se internó en lo espeso del bosque.

El antes y el durante de la liberación. Foto: Cortesía.

Más información sobre estos pequeños felinos

De la tigrilla se sabe que es uno de los felinos más pequeños del territorio (1.5 a 2 kilogramos de peso vivo).

En Colombia se encuentra en un estado de vulnerabilidad pues se ubica en páramos y bosques de niebla, espacios que, aunque deberían estar protegidos han enfrentado la intervención del hombre, donde se evidencian la cacería y la tenencia del felino como animal de compañía.

Son felinos solitarios, crepusculares y nocturnos que solo se encuentran para reproducirse. Es la hembra quien cuida las crías que pueden ser una o dos por parto, que también son de uno o dos veces al año. Por otro lado, no son agresivos con las personas y cazan pequeños vertebrados y mamíferos.

“En 2020 Cornare atendió cinco felinos en la jurisdicción. Tres ingresaron al Hogar de Paso para su recuperación, uno fue trasladado a la Hacienda Nápoles y otro fue reubicado inmediatamente”.