Por: Lluvia de Orión
Hoy luce un nuevo aspecto la fachada de la Universidad de Antioquia hacia la calle Barranquilla. Se ve colorido y más peatonal. Como si los administradores de lo público hubiesen entrado en razón y ahora pensaran más en los bici-usuarios, en los caminantes y en las personas con movilidad reducida.
Es que el histórico puente peatonal que había que escalar para cruzar la calle Barranquilla poco servía a los ciclistas, a los niños, a los adultos mayores y a aquellos que usan muletas, bordones y sillas de ruedas. La infraestructura frente a esa portería universitaria estaba más pensada para que los vehículos pasaran raudos y tranquilos, sin que se interpusieran los estorbosos peatones.
Pero, de repente, y tras la insistencia ciudadana, el enfoque cambió. Tras décadas de servidumbre, el mastodonte de hierro y cemento fue obligado a un forzoso retiro y desmontado por partes a comienzos del pasado mes de junio. En el vacío de su ausencia se instalaron semáforos y se pintó una cebra peatonal. Ahora los conductores simplemente tienen que esperar a que la luz cambie de rojo a verde (y fluyan ciclistas y peatones), antes de poder continuar con su afanosa carrera vehicular.
Universidades a giro de pedal
El milagro se hizo posible gracias a la recién inaugurada ciclorruta que conecta a la Universidad de Antioquia y a la Universidad Nacional, los centros públicos de educación superior más importantes de la región. Y se trata de un milagro porque no solo generó un nuevo tramo para el uso de la bicicleta (y con ello el cuidado del medio ambiente), también porque renovó el espacio público en el sector.
El trayecto ahora cuenta con 750 metros lineales y 2.300 metros cuadrados de obras multipropósito, entre las que están el mejoramiento del ingreso de la Universidad de Antioquia frente a la calle Barranquilla.
La obra fue inaugurada el pasado lunes 21 de septiembre por el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, en compañía del director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Juan David Palacio.
Según declaró Quintero Calle, el plan es conectar a todas las universidades públicas y privadas de la ciudad a través de nuevos tramos de ciclorrutas.
«¿Qué queremos? Que los estudiantes se puedan mover en bicicleta entre las universidades y para sus casas», expresó el mandatario.
La inversión fue de $3.300 millones y sufrió retrasos, puesto que el contrato se adjudicó en noviembre de 2019 al consorcio de las empresas Rhino Infraestructure S.A.S y Renoster S.A.S., y la entrega a la ciudad estuvo proyectada para el mes de marzo de 2020.
Aunque no han empezado las clases presenciales en estas dos universidades, la nueva ciclorruta ya viene siendo usada por cientos de ciclistas y peatones que a diario cruzan el río.
«En el Área Metropolitana seguimos comprometidos con la movilidad activa. El Plan Maestro de la Bicicleta Establece 500 kilómetros para todo el Valle de Aburrá. Este Plan va hasta el 2030, actualmente tenemos 132 kilómetros y en ese sentido seguimos avanzando. Nuestro principal compromiso es fortalecer la ciclo caminabilidad, las ciclorrutas, hacer uso del urbanismo táctico para darle más vida y más paso a esta infraestructura de movilidad sostenible».
Contexto: de las Ciclovías a las Ciclorrutas
En Medellín miles de ciudadanos llevan décadas trasladándose en bicicleta, pero solo a comienzos del siglo XXI se empezó a diseñar infraestructura para los ciclistas. El antecedente más importante es la Ciclovía, un programa implementado en algunos tramos de la ciudad a finales de los noventa. Consistía en hacer cerramientos de calles como la 80, la Avenida Oriental, Castilla y Manrique.
Estas Ciclovías fueron institucionalizadas por decreto de la Alcaldía y se llamaron «Vías Recreativas Abiertas» donde se hacían exhibiciones, talleres y torneos. Actualmente perviven bajo resolución normativa como Ciclovías nocturnas, los días martes y jueves.
Aunque Medellín ha sido una de las ciudades colombianas que mejor ha implementado el transporte público multimodal, ha tenido un enorme rezago en materia de construcción de ciclorrutas. Ha logrado construir 132 kilómetros en las últimas cuatro alcaldías. Mientras que Bogotá, que le lleva la delantera desde los años setenta, cuenta con 540 kilómetros de ciclorrutas. Cali, por su parte, tiene 150 kilómetros de infraestructura ciclística, entre una combinación de ciclorrutas y ciclobanda, que es una vía demarcada por cambios en el pavimento o dispositivos de canalización de tránsito (como bolardos, balizas, entre otros).
La interesante ventaja que muestra Medellín en el tema de las bicicletas, es el moderno programa llamado Encicla (Sistema de Bicicletas Públicas del Área Metropolitana del Valle de Aburrá), que cuenta con 90 estaciones, 1.680 bicicletas para el uso gratuito por parte de la comunidad y 100.893 usuarios inscritos. Algo sin parangón en Colombia.
Datos relevantes
- El denominado «corredor de movilidad activa» construido entre la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional, entre la autopista norte y la carrera 56, le aporta 750 metros lineales a la infraestructura ciclística de la ciudad.
- La inversión fue de $3.300 millones.
- Se incluyó una estación automática del Sistema de Bicicletas Públicas EnCicla como parte del plan de la Alcaldía de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá para fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad-región.
- La obra comprende 2.300 metros cuadrados que incluyen senderos peatonales, bancas, basureros y cicloparqueaderos.