Por: Mariluz Palacio Úsuga
La Comuna 13 de Medellín cuenta, según datos del Perfil Demográfico 2016- 2020 con 19 barrios y algo más de 140 mil habitantes. La mayoría de la población pertenece a los estratos 1 y 2, su fuente de sustento económico se centra en la economía informal y el turismo que, últimamente, se potenció en un área de la comuna. No obstante, por cuenta del COVID-19 muchos de estos pobladores están aislados en sus hogares, sin percibir recursos para resolver necesidades básicas como la alimentación.
El hambre está haciendo mella en estas comunidades, muchos violando la cuarentena salen a buscar su sustento.
Ante la contingencia, desde el 15 de marzo varios guías de la comuna y vendedores comenzaron a tomar medidas para protegerse del virus, ya para el 18 de marzo y pese a que seguían llegando algunos visitantes tomaron la decisión de no realizar más recorridos.
Según David Andrés Zapata líder y guía de la zona, se tomaron muy enserio el asunto, pero el cuidado con relación al virus los llevó a que comunidades de las Independencias 1 y 2 dejaran de un lado el turismo, un reglón económico definitivo en sus vidas.
Ante el confinamiento obligatorio decretado desde el 24 de marzo por el presidente de Colombia, estos habitantes debieron quedarse en sus casas e ingeniárselas para llevar comida a sus familias.
«A falta de alimentos, los niños se convirtieron en los mandaderos, aunque siempre lo han realizado el hecho de ir a la tienda, llevar la basura, etc. Ya hacen estos mandados con el interés de ganar plata para comprar algo. Algunas familias empezaron a coser tapabocas y salieron a venderlos. Otras solicitaban ayudas económicas marcando su casa con un trapo rojo en su ventana o balcón», dice David Andrés.
Según David Andrés, «unas 50 personas vivían del comercio ambulante alrededor de las escaleras, ahora con la contingencia no cuentan con ingresos económicos. Las personas que tenían más bajos recursos dentro del turismo fueron los más afectados con esta situación. Una de ellas doña Marleny, vendía chocolates y con esto sostenía a su familia, entonces se le complicó mucho la situación, o don Teo un señor oxigeno dependiente y adulto mayor que vivía también de las ventas ambulantes».
De otro lado, está la señora Lilia que se encargaba de hacer el aseo general en el barrio y cada 15 días, por iniciativa de David Andrés, recogían 5 mil pesos entre los guías para generarle un ingreso mensual, ahora por la pandemia es una de las personas que está muy afectada.
Viendo esta situación y buscando sumarse a iniciativas de otras personas, David Andrés y un grupo de amigos entre ellos Esteban Higuita, compañero y también guía, se dieron a la tarea de buscar ayudas tanto en mercados como en dinero para aliviar un tanto la problemática de estos pobladores.
«Las ayudas son mercados comprados por un grupo de amigos y algunas personas que nos están colaborando repartiendo la información y que también se sumaron a esta causa. Los mercados serán entregados a las familias más necesitadas, y otro porcentaje se dará en mercados a los guías que más podamos llegar».
En Altos de la Virgen, la ayuda divina no se ve
Tras una noticia que se hizo viral en días anteriores, diversos medios de comunicación dieron a conocer la precaria situación a la que se enfrentan alrededor de 600 familias que habitan el sector de Altos de la Virgen, ubicado en el barrio El Socorro de la Comuna 13. Esta ha sido una zona históricamente vulnerable, cuyos pobladores ahora se encuentran imposibilitados para salir a buscar los recursos, debido al confinamiento generado por el COVID-19.
Según Esteban Agudelo Vallejo, líder cultural y fotógrafo de la comuna, «la gente está predispuesta y molesta, pero eso obedece a una necesidad que no da espera, la gente tiene hambre. Es imposible que esta gente haga cuarentena cuando no tiene cubiertas las necesidades básicas, en este caso la alimentación».
En esta zona también conocida como El Morro o La Luz del Mundo, dicha luz parece lejana y opaca. La mayoría de los habitantes están desempleados y quienes cumplen con un oficio lo hacen en la construcción, el mototaxismo o el servicio doméstico, empleos informales sin garantías en épocas de contingencia.
«Son un montón de necesidades que se ven allí evidenciadas, hay un abandono del Estado. Entonces se convierte en un tema fuerte, y se va poner más fuerte a medida que no se vaya resolviendo y vaya cogiendo más ventaja», reflexiona Esteban.
En una visita hecha por este líder, pudo constatar que hay mucha gente que está desconectada del agua y también de la energía.
Según él, «esto se va a poner más serio, lo que va a pasar es que esta gente va a empezar a protestar, lo que está pasando allí está descontrolado».
Pese a que desde el gobierno se han anunciado ayudas para las familias más vulnerables, estas comunidades denuncian que acá tales ayudas no han llegado; en este sentido han sido los mismos pobladores y líderes de la comuna quienes se han dado a la tarea de recolectar donaciones para sus vecinos.
Esteban, por ejemplo, ha puesto a disposición su cuenta bancaria para recibir donaciones en dinero para esta comunidad, mientras tanto las donaciones en mercados se están gestionando a través de Eco Art, otra organización de la comuna.
A su vez, para la zona de las Independencias 1 y 2 David Andrés y otros guías y líderes promueven la solidaridad de los medellinenses.
«Por eso, estamos haciendo este tipo de campañas para las personas que se encuentran en lugares con mayores recursos que quieran hacer una donación y un aporte al territorio. No necesariamente tiene que ser monetario, las personas se pueden sumar con mercado, arroz, panela, y esta colaboración que cada persona hace permite que la comuna 13 resista esta pandemia y nuevamente salga y luche contra lo que esté pasando; porque ha sido una comunidad que nos hemos levantado por la unión que hemos tenido», puntualiza David Andrés.
Para donaciones en dinero, cuenta de Ahorros Bancolombia # 33052486489 a nombre de Esteban Agudelo Vallejo, ‘El Chavo’.
Las donaciones en especie (mercados) se coordinan con Eco Art