Por: Laura García Giraldo
Lluvia de Orión: ¿Por qué desarrollar teatro social con los jóvenes?
Mateo Rendón: Antes de que fundara La Parclacha desarrollé teatro social en lugares muy vulnerables, en situación de pobreza y alto riesgo en el Valle del Cauca; con los jóvenes que tuve esta experiencia gracias a la corporación Compassion Internacional investigué mucho sobre el teatro como herramienta para enfrentar condiciones adversas del entorno y plantearlo como una ruta catártica desde donde se puede enfrentar esos monstruos que nos rodean y que a veces somos, y donde se puede pensar una forma de vida más postiva.
«El arte añade dulzura a la vida, el arte permite visionar con otras formas de mundo, el arte es un combate para la ilegalidad».
En 2017 Yo llegué de Cali a Medellín con esa experiencia en la mente y en el corazón. Iba a continuar mi licenciatura en teatro en la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia, ya que estaba un poco cansado del trabajo juvenil, porque el trabajo en Cali fue exhausto. Mientras estuve allá viví de cerca el asesinato de algunos estudiantes y las amenazas cuando hacía mi trabajo, entonces llegué como con un deseo de descansar del trabajo social con jóvenes, quería estar más enfocado en el estudio.
Sin embargo, la vida te va mostrando tu lugar. Una vez estuve en Medellín fui contratado para desarrollar una obra de teatro en el barrio Veinte de Julio, la que hice con algunos colegas que con el tiempo sintieron las mismas ganas y el mismo deseo de llegar con el teatro a los jóvenes más afectados.
«No es tiempo de parar, es tiempo de seguir», nuevas fuerzas van a venir en el camino porque la maldad no para, entonces nosotros no deberíamos parar tampoco.
A raíz de esto, tomé un viaje para buscar consejo de personas a las cuales he pedido ayuda en mis procesos creativos y me dijeron que era el tiempo para comenzar un nuevo proceso, entonces surgió la idea de montar La Parla, que inicialmente sería La Barra por darle un contexto de barrio, de lo urbano… Ese nombre fue mutando y llegamos a La Parlacha por este deseo de sentarnos a hablar, a parlar.

Lluvia de Orión: ¿Cuáles son los ejes de trabajo de La Parlacha?
M.R.: Un primer eje es una escuela popular de teatro en donde nosotros estamos pensando una forma de currículo que pueda responder a las necesidades de este contexto y que pueda proponer el teatro como una alternativa social y escénica para fabular un nuevo pueblo, es decir, para pensarnos las relaciones interpersonales como comunidad, como jóvenes y obviamente mejorarlas. El deseo es que mejore la convivencia, mejore la escucha y podamos todos llevarnos lo mejor posible en este pedacito de planeta que llamamos barrio Comuna 13.
La escuela popular de teatro tiene cinco niveles. En el primer nivel estudiamos la acción escénica; en el segundo el personaje escénico; el tercer nivel la noción de actor y medios audiovisuales; el cuarto nivel es otras poéticas o performance; y el quinto nivel es dirección y dramaturgia escénica.

En un segundo lugar o eje, hemos construido una forma de graffiti tour llamada Rutas para la Memoria en donde nos capacitamos con material histórico y le damos un condimento teatral, de tal manera que el guía del recorrido sea un personaje autóctono de nuestra Comuna 13 y que los datos históricos que está entregando a lo largo del recorrido sean realmente más históricos que faranduleros. O sea, la idea es rescatar la esencia de lo que fue la resiliencia en la Comuna 13 luego de la Operación Orión o el lastre del conflicto armado y que eso lo podamos hacer de una manera responsable, respetuosa y teatral.
En un tercer momento o eje, tenemos un convenio con una corporación llamada Fortes que queda en Bello y con ellos realizamos espejos culturales, es decir, chicos de Bello vienen a servir a la Comuna 13, acá en nuestra corporación, y chicos de nuestra corporación van a servir a Bello en diferentes temas sociales, fiestas comunitarias, infantiles, etc. Queremos promover la amistad entre estos dos polos que se han llevado históricamente muy mal, Bello y Comuna 13.
Con estos intercambios culturales estamos creando un sentido de pertenencia en los chicos por lo forastero y propiciamos un espacio para que se creen muchas amistades.
Es una forma de combatir un poco esa frontera invisible, que es más un paradigma invisible de que nos tenemos que odiar porque somos de diferentes barras, de diferentes lugares; no queremos heredar la historia violenta de nuestros antepasados sino escribir otra.
Una cuarta y última línea de la corporación es un convenio que tenemos con un grupo llamado Freedom TV, donde tenemos acceso a la cárcel El Pedregal y Bellavista, y donde estamos pensando qué tipo de teatro necesitan ver las personas privadas de la libertad. Allí tenemos acceso sobretodo al patio de prisioneros por crímenes de guerra, al patio donde se encuentra la comunidad LGTBI y al patio de delincuencia común, y lo que estamos haciendo en estas visitas a la cárcel es realizar talleres teatrales, emprender búsquedas dramatúrgicas, investigar eso que necesitan ver y hacer ellos para recobrar la esperanza a pesar de que están encerrados.

A los encarcelados todavía les queda la decisión por su honestidad, por su autenticidad y su dignidad de ser seres humanos. Trabajamos con ellos para tratar de recobrar ese sentido humano de no morir, de no entregarse a sus errores, sino tratar de cambiar la historia de sus apellidos, de salir con resiliencia, enfrentar esa condena y salir sobre todo a no continuar esos errores que los llevaron allí. Creemos que el teatro puede cambiar su realidad.
Lluvia de Orión: ¿A dónde quiere llegar La Parlacha?
M.R.: La Parlacha siempre ha sido un proceso metodológico, pedagógico y exprimental que se va constuyendo mientras va avanzando. Es un proyecto que construye ideas pero que se transforma con la ejecución de estas, ahora pretendemos equipar a la próxima generación de artistas de arte representativo de teatro para que puedan salir muy pronto a abrir continuaciones de La Parlacha en diferentes lugares, o que puedan quedarse aquí en la corporación sirviendo como profesores.