Por: Maríae. Restrepo L.
El balancín o El escorpión son una acrobacia, un malabarismo circense o una jugada futbolística.
Arsenio Erico, delantero paraguayo del Club Independiente de Avellaneda el 12 de agosto de 1934 le marcó un gol al Boca Juniors con esta pirueta. Quedó registrada en las voces de narradores, escritores como Oscar Dinova, en la revista el Gráfico de Argentina. Se dice que un reportero gráfico fue quien la bautizó como «El balancín».
Hugo Sánchez, ex delantero mexicano, en una declaración dada a la cadena estadounidense ESPN, dijo: «El inventor fui yo y bauticé ese remate con el nombre de escorpión», pero para infortunio del jugador, no hay evidencias televisivas, radiales, videos, ni fotos para comprobarlo.
La jugada de El escorpión nace en un comercial de televisión de Refrescos Frutiño, emitido en Colombia en 1990. Consistía en que un niño le hacía una chilena o chalaca, y el arquero René Higuita devolvía el balón haciendo la misma jugada pero al revés. Desde entonces Higuita siguió practicándola con frecuencia, esperando el momento para hacerla y este llegó en el partido de fútbol entre la Selección Colombia y la de Inglaterra en el estadio de Wembley, el 7 de septiembre de 1995 en un juego amistoso.
Desde el lanzamiento que hace el jugador de la selección de Inglaterra, Jamie Redknapp, hacia la portería de Colombia, transcurren cuatro segundos durante los cuales René se va acomodando y calculando la trayectoria del balón para rechazarlo con sus pies doblados hacia su columna y sus brazos apoyados en la cancha. Su cuerpo en esta posición alcanza a estar en el aire un segundo.
Higuita había visto que el juez de línea tenía la bandera levantada indicando fuera de lugar, entonces consideró que era el momento perfecto para hacer su acrobacia, pero el juez bajó el banderín validando la acción.
«En ese momento pensé: Dios mío, qué me va a decir Hernán y él defendiéndome… que yo hago las cosas serias». René.
En el estadio la gente y los jugadores reciben un nuevo aire ya que el partido estaba aburrido. Sus compañeros se alegran pero Hernán Darío Gómez, el bolillo, técnico de la selección «se levanta del asiento nervioso, alterado; cuando se calmó lo abrazó y le dijo que no lo volviera hacer porque lo mataba». Cuenta Calixto Chiquillo, compañero de habitación de Higuita y arquero suplente.
El sueño de René de pasar a la historia con una chilena al revés se cumplió con la jugada de El escorpión: el 22 de julio de 2008 fue reconocida como la mejor del Siglo XX en la página web footyboots.com con un 20% de la votación, junto a otras de jugadores como Cristiano Ronaldo, Ronaldinho, JohanCruyff y Kerlon Moura.
El loco se siente orgulloso de su jugada porque «para mí fue una obra de Dios y como todo lo de él: perfecta», además le ha servido para darle de comer y en ocasiones le han pagado para que la repita.
Higuita dice que no conocía la jugada El balancín de Arsenio Erico y como hay que partir del principio de la buena fe, es muy posible que así sea, pues la emoción y deleite que hay en un partido de futbol, además del gol, son esas jugadas espontáneas de malabarismo, acrobacia, que son audaces, y más si son para rechazar una posible anotación del equipo contrario.
A pesar de la nostalgia de Oscar Dinova, escritor argentino, por el balancín de Arsenio Erico, que casi llega a ser tan honda como la letra de un tango, en una columna escrita en opinión en Infoboa.com de mayo del 2015, se consideró a El escorpión como un robo; pero lo cierto es que la jugada de René Higuita quedó registrada en la historia del fútbol junto a otras como El sombrerito, popularizada por Pelé; La rabona, originaria de Giovanni Riccotelli, muy utilizada por Diego Armando Maradona; El túnel, practicada por el argentino Juan Ramón Riquelme; La chilena, inventada por el chileno Ramón Unzaga; La Marianela, creada por el argentino Juan Evaristo; La bicicleta, realizada por destacados jugadores como Pelé, Garrincha y Ronaldinho; y La palomita, que se le atribuye al argentino Pablo Bartolucci.
Su ingreso como portero fue anecdótico. En un torneo de su escuela, en el barrio Castilla de Medellín, se organizó un partido en el que se iban a escoger a los mejores jugadores para el Deportivo Independiente Medellín; René era el goleador del equipo, pero se lesionó el portero y en su lugar lo pusieron a él:
Desde entonces sería el dueño indiscutible del pórtico.
De la selección Antioquia, pasó a la Selección Nacional Juvenil sub-19, con la que participó en el Sudamericano de Paraguay de 1985, destacándose con su juego espectáculo y clasificando al mundial juvenil en la Unión Soviética del mismo año. Ha jugado en equipos de futbol nacionales como el Atlético Nacional y Millonarios. Extranjeros como el Real Valladolid de España; Club Tiburones Rojos de Veracruz en México; y en el Aucas de Ecuador. Fue titular de la Selección Colombia por varios años.
Además de El escorpión, el estilo de su juego determinó el cambio del reglamento por parte de la FIFA: «Los arqueros tienen que jugar con los pies: a usted le devuelven el balón y ya no la puede agarrar de nuevo con las manos. Eso no lo han logrado Pelé, ni Maradona ni Messi», cuenta René refiriéndose a la Ley Higuita.
En 2004 fue ubicado en el octavo lugar, como mejor portero suramericano, por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Futbol, IFFHS, de Alemania y 43 goles anotados en juegos oficiales lo destacan en el quinto puesto de arqueros goleadores en la historia del futbol.
«En la vida lo importante es hacer historia», comenta Higuita.
Y eso fue lo que hizo durante su carrera como arquero, líbero y goleador divirtiéndose con el balón; como lo hacen los niños en las canchas de futbol de los barrios y en el caso de René en Castilla, donde creció. «Pasé a ser el pobrecito, como el huerfanito, el consentido; igual me tocaba seguir luchando. A pesar de las dificultades no perdía la alegría de jugar al futbol, de estar ensuciando la ropa para ir a los entrenamientos y lo más verraco era que a mí no me tocaba lavarla». Termina diciendo con una gran sonrisa en el programa perfiles de ESPN, emitido en YouTube en el 2014.
Sus compañeros y amigos de la Selección Colombia lo admiran y lo quieren por su audacia; algunos lo consideran un líder. Octavio Mora, periodista deportivo, cuenta que «cuando el equipo iba perdiendo, recibía la orden de Francisco Maturana, para que saliera del arco y realizara una de sus jugadas para animar a sus compañeros, como una estrategia del entrenador».
Pero todos los comentarios en periódicos, emisoras, videos, no superan esta declaración de Higuita en la página web del poeta nadaísta Jaime Jaramillo Escobar refiriéndose a su jugada de El escorpión:
Poeta, qué grato es re-encontrarme con tus poemas, y saber que estás vivito y coleando.
Te pido, poeta, que por favor aceptes este agradecimiento mío.
Recuerdo aquella tarde
del 6 de septiembre de 1995, cuando al ver el juez de línea alzar la banderilla, avisando un fuera de lugar, me vinieron a la mente tus poemas, y en un arrebato, cual aleteo de insecto, me sorprendí en el aire con mis brazos abiertos, de cara al suelo, elevando mis pies cual aguijón de escorpión.
Envenené, con tus poemas y una pizca de mi irreverencia, el orgullo de Inglaterra contenido en ese balón.
En Wembley, hasta mis enemigos me ovacionaron.
Al parecer el veneno en tus poemas es dulce como la miel; atrajo miles de aplausos a mi red, y, uno tras otro, se sucumbió ante la poesía.
Jaime, Jaime, Jaime, tu nombre, curiosamente es el mismo del que fue mi presa, Jamie Redknapp.
Jaime, ahora nuestro Escorpión es aclamado y vitoreado como la mejor jugada del fútbol, en toda su historia; pero, lo que ni los fanáticos afaman, ni los comentaristas comentan, es que, cuando me transformaba en escorpión, era tu poesía,
en mis guantes, en mis guayos y en mi remera, la que jugaba y reía.
Jaime, gracias a ti, Colombia entera tiene y tendrá talentosos y atrevidos guarda metas.
Mis más sinceros agradecimientos.
René Higuita.