En el municipio de Bello, en el norte del Valle de Aburrá, al menos ocho bandas criminales estarían en disputa: Los Chatas, Los Pachelly, Los Mesa, Niquia Camacol, Doce de Octubre, Los Triana, El Clan del Golfo y la célula urbana del ELN Camilo Torres.
Las acciones y enfrentamientos de estos grupos armados hacen que hoy Bello tenga los más altos índices de violencia de todo el departamento de Antioquia. Tanto así, que a junio de 2019 ya había sumado 78 personas asesinadas, el equivalente a todos los homicidios ocurridos en el año anterior.
La crítica situación ha exigido que se desplieguen grupos adicionales de la Policía Metropolitana y el Ejército Nacional, y que la administración municipal decrete toques de queda y prohibición de parrillero en las motocicletas.
No obstante, los grupos armados parecen seguir a sus anchas. Ahora el gobernador Luis Pérez denuncia un hecho escabroso: «Están desapareciendo gente en Bello, hay una persona que apareció torturada y manifestó que a los que están desapareciendo, los están matando y se los están tirando a los marranos, a los cerdos, para que se los coman», dijo el gobernador.
Esos métodos serían un “acto brutal de la humanidad” y evidenciarían la total degradación de las bandas de Bello por controlar el territorio.
De hecho, a principios del mes de mayo se encontró en una calle de este municipio una nevera con el cadáver de un hombre con signos de tortura.