El país que me tocó

En Los recomendados de Steven tenemos ahora un libro que es como un diario de vida del destacado periodista Enrique Santos Calderón. Y al mismo tiempo es un almanaque narrativo de importantes acontecimientos de la historia nacional reciente; con el protagonismo de una causa que también ha sido suya y que no ha terminado de resolverse: La paz entre los colombianos.

 

Por: Steven Ocampo

«Durante este proceso de escritura insistí en que trabajáramos  sobre las páginas impresas, evitando en lo posible los correos electrónicos, volviendo a los agregados a mano y a los tachones reales en lugar del control de cambios de Word, porque sentí que ese trato físico y nostálgico con las palabras y los pensamientos le daba a lo escrito cierta reconfortante vitalidad artesanal, difícil en los entornos digitales de la edición».

Enrique Santos Calderón

 

Este material conjuga un diario de vida de uno de los periodistas más destacados del país y al mismo tiempo con un sin número de acontecimientos de ámbito nacional, que en opinión de varios lectores también es una línea de tiempo de los sucesos que cobraron mayor relevancia en los últimos años de la historia nacional, Álvaro Tirado  Mejía menciona sobre este libro que «la fidelidad a la historia es indiscutible».

En los últimos 40 años Enrique Santos ha participado de múltiples escenarios políticos, profesionales y laborales, experiencias que legitiman el nombre de su libro El país que me tocó al mismo tiempo es una cancelación de deudas pendientes como el mismo autor  lo dice con las memorias y acontecimientos que nunca escribió.

Quizás uno de los eventos más importantes desde esta reseña a destacar para valorar e invitar a los lectores acercarse a este material, tiene que ver, con la participación como periodista de Enrique Santos en todos los diálogos o si se puede decir «intentos» de consolidar la paz en Colombia, desde la presidencia de Belisario Betancur en cada uno de esos momentos hasta su papel destacado en el acuerdo entre las FARC y el gobierno nacional, en el que Enrique participó como interlocutor secreto entre miembros del secretariado de las FARC, y Juan Manuel Santos, quien en su propio libro La Batalla por la paz narra lo acontecido con detalle, por lo que sus aportes para el libro de Santos fueron demasiado reveladores.

Por otra parte la lectura de cada asunto narrado en este caso por alguien que los vivió, genera en el lector una experiencia de cómo si uno fuera un testigo presencial de lo ocurrido, muestra de esto es la columna Contraescape que el autor escribió en su momento en la que él expresaba la visión del momento que atravesaba el país desde la óptica de un testigo continuo de la vida del país y el continente, en otras palabras las historias y los sucesos son contados por un testigo privilegiado.

 

Lluvia de Orión: El lugar de las historias.

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