Por: Juliana Mesa
Cuando se hace referencia a la supervivencia humana o las grande problemáticas que enfrenta la humanidad, la desnutrición siempre sale a flote, sin embargo en esos debates rara vez se hace alusión a las abejas como el factor más relevante en la nutrición mundial. Y es que parece increíble que el acceso a una nutrición variada y de calidad dependa de estos insectos.
La agricultura es un proceso colaborativo que va más allá de la siembra para que se dé la cosecha, esto logra efectuarse a través de la polinización donde se demuestra la complicidad evolutiva que existe entre plantas y animales para que se produzcan los frutos. De ahí la importancia de la participación de las abejas en la seguridad alimentaria.
Pensar que la supervivencia humana no depende exclusivamente del hombre que tiene un afán descontrolado por dominar el mundo poniendo en peligro su propia especie, es bastante curioso. En los últimos tres años han muerto 1.600 millones de abejas en Colombia, según la ONU su principal amenaza son los pesticidas y el país ocupa el tercer lugar en el mundo en el consumo de estos venenos (El Colombiano, Medioambiente del país es hostil para abejas), de hecho le da vía libre hasta los que han sido prohibidos en otros países, como el glifosato.
Aunque existen tres formas de polinización, la zoófila es la más eficaz. Según la ONU, las abejas son las responsables de polinizar el 75% de los cultivos del planeta, pero la amenaza que enfrentan con los pesticidas ha obligado a los apicultores colombianos a emigrar hacia regiones donde no se utilicen en exceso.
Incluso Fabián Penagos, miembro de la Corporación Thika, afirmó que la apicultura urbana ha tomado fuerza porque en la ciudad no está la amenaza de estos venenos como en la zona rural, sin embargo, han surgido alternativas donde la población de estos insectos ha disminuido como la polinización manual, un proceso lento y costoso.
Hay quienes le han apostado a la educación para la preservación con el fin de proteger las abejas. Carlos Mario Zuluaga, director de Cornare (Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare), ha manifestado la importancia de incentivar a los campesinos en la protección de estos insectos, y desde esa entidad lo hacen a través de proyectos productivos donde educan con el ejemplo.
Con esa modalidad han logrado capacitar 500 familias campesinas, sobre el cuidado de las abejas meliponas, que son las que habitan principalmente en las reservas forestales y su característica principal es que no tiene aguijón; además, esta corporación también ha vinculado a niños y jóvenes que se han convertido en los Guardianes de las abejas.
El hombre debe aceptar que no es todopoderoso y que su supervivencia no depende únicamente de él, en este momento debe reconocer la cooperación con el ecosistema para no afectar la cadena alimenticia. Y como la producción de alimentos depende de un tercero, corresponde al hombre que ese tercero logre seguir cumpliendo con su trabajo y eso comienza atacando su principal amenaza.