
Por: Juan David Pérez
Las operarias de barrido vial se sienten orgullosas de su labor. Para ellas, barrer y recoger la basura de las calles no es lo más difícil de su oficio. No tanto como tener que lidiar con el desprecio y los malos tratos de algunos transeúntes.
«¡Para eso les pagan!», les gritan con frecuencia.
A veces los conductores de buses, camiones y vehículos pequeños las ven como un obstáculo y amagan con tirárseles encima. También son rechazadas por los mendigos que duermen en las aceras y se sienten asediados por sus escobas.
Pero ellas siguen barriendo, enfrentando con dignidad las agresiones verbales y físicas. Es que sienten que su labor es digna. No solo representa el sustento de sus familias, también están seguras de que contribuyen a la calidad de vida de los medellinenses. Ellas barren esta casa grande que es la ciudad. Es que para eso les pagan.
Duvisley Pérez Ocampo tiene 37 años de edad y año y medio desempeñando el oficio como operaria de barrido vial. Madre de un hijo. Trabaja en el Parque de Botero, centro de Medellín.
Adriana Zapata tiene 32 años de edad y cinco meses desempeñando el oficio como operaria de barrido vial. Madre cabeza de hogar de tres hijos. Trabaja en el sector de La Playa, centro de Medellín.
Luz Amparo Mosquera tiene 44 años de edad y nueve como operaria de barrido vial. Madre cabeza de hogar de siete hijos. Presta sus servicios en el barrio Manrique.
Martha Cecilia Vanegas Tobón tiene 53 años de edad y 17 trabajando como operaria de barrido vial. Actualmente realiza su labor en el Centro de Medellín, por las calles de Caracas, La Fiscalía y la Pesquera. Tiene dos hijos y es madre cabeza de hogar.
* Juan David Pérez es estudiante de Fotoperiodismo del Instituto Henry Agudelo.
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