Para Don Eliath, Bogotá tiene el reto de sembrar un árbol por cada persona que nazca. La ciudad lo está pidiendo a gritos para no ahogarse en la contaminación.
En Medellín el turismo es un negocio en rápido crecimiento, pero las autoridades públicas no alcanzan a regularlo. Aunque la ciudad recibe elogios por su «innovación» y «resiliencia», los actores criminales siguen gobernando, especialmente en los barrios marginados donde los artistas y comerciantes deben pagar extorsión.